domingo, 27 de diciembre de 2009

Fé de obras...



Hay una profunda diferencia entre estas dos clases de fe: Creer en alguien o creer en algo.


La fe que salva, que cura y que da poder es una fe centrada en Dios como ser, más que una fe doctrinal. Es una fe que nace de una relación amorosa con Dios y que se refleja en buenas acciones y una vida correcta.


Una fe viva es la fe que da fuerzas en las crisis y no se tambalea tan fácil cuando llegan las penas. Todo lo contrario de lo que pasa con una fe superficial y ocasional que se cae como árbol sin raíces en la tempestad.


La fe actuante que yo necesito es aquella de la que habla así el apóstol Santiago en su carta: "Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta". 2, 26 .


Con una fe viva puedo alejar los temores, puedo confiar y puedo esperar días mejores lleno de optimismo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Para vivir el Adviento


- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.


- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.


- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.


En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y la proyección:



  • Revisión: Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los días podemos y debemos ser mejores.



  • Proyección: En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Comienzo de Adviento 2009


Es tiempo para la esperanza, para hacer firme nuestra voluntad de trabajar para construir ese reino de paz y justicia que tanto anhelamos: nos conforta saber que no estamos solos en el camino, que tenemos a nuestro lado a muchos hermanos, a María y al mismo Jesús, que no se cansa de venir entre nosotros una y otra vez, día tras día.


Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores para recibir a Jesús.


Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.

jueves, 19 de noviembre de 2009

El amor es perdón...


Para quien ha amado,para todo aquel que haya sido amado,recuerda que el amor soporta todo,
el amor es servicial, el amor no es egoísta
el amor viene de Dios y sobretodoque el amor es PERDÓN.


No es solamente un sentimiento
o un recuerdo grabado en tu memoria,
es el saber que eres amado por tu creador.

e igualmente fuiste para hecho para amar,
pues tu Dios ES el amor.


Si sientes tristeza por un amor que se fue,
si te sientes mal por algo que no funcionó,
si piensas que este día pudo ser mejor,
recuerda que Dios creó la amistad y el amor,
y que no las puedes practicar sin El.


En este día perdona, ama, expresa,
ríe sin importar si eres correspondido o no
y no dejes en tu corazón lo quesientes.
Solamente si haces todolo anterior podrás decir que has amado.

-Anónimo-

viernes, 6 de noviembre de 2009

Humillarse ante el Señor


Desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras.

Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito en lo alto y santo, y también con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos.

Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.

Porque el SEÑOR es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo conoce de lejos.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo.
DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.

Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros.
Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que te invocan.

Escucha, oh SEÑOR, mi oración, y atiende a la voz de mis súplicas.
En el día de la angustia te invocaré, porque tú me responderás.


De: mensajes cristianos

Cristo ha dado su vida...


Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos.

Pero quiso el SEÑOR quebrantarle, sometiéndole a padecimiento. Cuando El se entregue a sí mismo como ofrenda de expiación, verá a su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del SEÑOR en su mano prosperará. Debido a la angustia de su alma, El lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos.


¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria?

Pues el amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Porque El estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros que por medio de El sois creyentes en Dios, que le resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
De: Mensajes cristianos

jueves, 5 de noviembre de 2009

Dios está aquí



Dios está aquí.

Tan cierto como el aire que respiro

Tan cierto como la mañana se levante

Tan cierto como que este canto lo puedes oir

Lo puedes sentir moviéndose entre los que aman.

Lo puedes oír cantando con nosotros aquí.

Lo puedes llevar cuando por esa puerta salgas.

Lo puedes guardar muy dentro de tu corazón.

Lo puedes notar a tu lado en este mismo instante.

No seas ya más de los que no le quieren ver.

Le puedes contar ese problema que tienes.

Jesús está aquí si tu quieres lo puedes seguir.

Lo puedes mirar entre las hojas del árbol.

Lo puedes amar en todo lo que te rodea.

Lo puedes coger en el agua de esa fuente.

Jesús está aquí dile tú siempre sí.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Todos los santos


En este domingo, primero de noviembre, celebra la Iglesia Católica la Fiesta de Todos los Santos Al día siguiente, dos de noviembre, la Conmemoración de todos los difuntos.
Ambas celebraciones nos hablan de la vida más allá de la muerte y nos invitan a renovar nuestra fe y esperanza en la vida eterna, que trasciende las barreras de la muerte, tal como confesamos en le Credo.
En el Día de todos los Santos recordamos, honramos, invocamos y nos propensos imitar a los incontables cristianos, declarados o no como santos por la Iglesia, que habiendo recorrido en este mundo su camino en fidelidad, hoy gozan para siempre de la bienaventuranza eterna. Es un culto legítimo, por el que consideramos a los santos como fieles discípulos e imitadores del Señor, al que, en definitiva, damos culto e invocamos, poniendo como intercesores a los santos, que están ya definitivamente más cerca de Dios.
En el Día de Difuntos, la Iglesia nos invita a orar por todos los difuntos, no sólo por los nuestros, por los más cercanos, sino por todos, también por aquellos de los que nadie se acuerda. Es un acto de solidaridad y el ejercicio de la caridad cristiana, que traspasa la frontera de la muerte, por la comunión de los santos, y nos posibilita ofrecer al Señor nuestras oraciones y nuestros sufragios para que Él los haga llegar como efecto de su amor y de su misericordia a los hermanos difuntos.

martes, 27 de octubre de 2009

Del amor de Jesús sobre todas las cosas...


1. Bienaventurado el que conoce lo que es amar a Jesús, y despreciarse a sí mismo por Jesús. Conviene dejar un amado por otro amado, porque Jesús quiere ser amado sobre todas las cosas. El amor de la criatura es engañoso y mudable, el amor de Jesús es fiel y durable. El que se llega a la criatura, caerá con lo caedizo; el que abraza a Jesús, afirmará en El para siempre. Ama a Jesús y tenle por amigo, que aunque todos te desamparen, El no te desamparará ni te dejará perecer en el fin. De todos has de ser desamparado alguna vez, ora quieras o no.




2. Ten fuertemente con Jesús viviendo y muriendo, y encomiéndate a su fidelidad, que El solo te puede ayudar, cuando todos te faltaren. Tu amado es de tal condición, que no quiere consigo admitir a otro, mas El solo quiere tener tu corazón y como rey sentarse en su propia silla. Si tú supieses bien desocuparte de toda criatura, Jesús morará de buena gana contigo. Hallarás casi todo perdido cuanto pusieres en los hombres, fuera de Jesús. No confíes ni estribes sobre la caña vacía; porque toda carne es heno, y toda su gloria caerá como flor de heno.



3. Si mirases solamente la apariencia de fuera de los hombres, presto serás engañado. Porque si te buscas tu descanso y ganancias en otros, muchas veces sentirás daño: si en todo buscas a Jesús, hallarás de verdad a Jesús: mas si te buscas a ti mismo, también te hallarás, pero para tu daño. Pues más se daña el hombre a sí mismo, si no busca a Jesús, que todo el mundo y todos sus enemigos le pueden dañar.



Tomás de Kempis
Imitación de Cristo

jueves, 8 de octubre de 2009

Buscar a Dios...



BUSCAR A DIOS...




No le reces a Dios mirando al cielo, ¡mira hacia adentro!




No busques a Dios lejos de ti, sino en tí mismo...



No le pidas a Dios lo que te falta: ¡búscalo tú mismo!, y Dios lo buscará contigo, porque ya te lo dio como promesa y como meta para que tú lo alcances...




No reproches a Dios por tu desgracia; ¡súfrela con Él! y Él sufrirá contigo; y si hay dos para un dolor, se sufre menos...




No le exijas a Dios que te gobierne a golpe de milagros desde afuera; ¡gobiérnate tú mismo! con responsable libertad, amando, y Dios te estará guiando ¡desde adentro y sin que sepas cómo!..




No le pidas a Dios que te responda cuando le hablas; ¡respóndele tú!, porque Él te habló primero; y si quieres seguir oyendo lo que falta escucha lo que ya te dijo...




No le pidas a Dios que te libere, desconociendo la libertad que ya te dió. ¡Anímate a vivir tu libertad! y sabrás que sólo fue posible porque tu Dios te quiere libre...




No le pidas a Dios que te ame, mientras tengas miedo de amar y de saberte amado. ¡Ámalo tú! y sabrás que si hay calor es porque hubo fuego, y que si tu puedes amar es porque Él te amó primero.




-San Agustín-

lunes, 14 de septiembre de 2009

14 de septiembre(Exaltación de la Santa Cruz)



MEDITACIÓN SOBRE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ


I. El amor a la Cruz nos levanta sobre las creaturas. Un hombre que ame los sufrimientos está al abrigo de los azares de la fortuna: la enfermedad, la pobreza o la deshonra no podrían turbar su paz. ¿Por qué? Porque él desea las aflicciones y las sufre con alegría por amor a Jesucristo. Todo lo que para ti es motivo de temor y de tristeza para él es una dicha. El cristiano puede parecer desdichado, nunca la es. (Minucio Félix)


.II. El que ama la Cruz está por sobre si mismo. No es ya un hombre sometido a sus pasiones, tiranizado por la concupiscencia, afeminado por las delicias. No tiene más que un solo deseo, el de sufrir; y como en esta vida las ocasiones de sufrir se encuentran a cada paso, siempre está contento y gozoso.


III. El que ama la Cruz se asemeja a Jesús crucificado; lo contempla, y se alegra viendo que los sufrimientos lo hacen fiel imagen del Salvador. Está crucificado para el mundo, y muerto para sí mismo. Sujétame a la cruz, oh Jesús mío, sin tener en cuenta las repugnancias de mi carne; porque os debo mi alma y mi cuerpo, como a mi Redentor. ¡Que mi cuerpo sea, pues, crucificado, coronado de espinas y semejante a ese Cuerpo adorable que Vos ofrecéis al eterno Padre por mí! Si debes tu cuerpo a Jesús dáselo, si puedes, tal como Él te ha dado el suyo. (Tertuliano)


El amor a la cruz Orad por las almas del Purgatorio.

jueves, 2 de julio de 2009

Julio: mes de la Virgen del Carmen!


Consagración a la Virgen del Carmen

El devoto de la Virgen del Carmen procurará cada día -cuando mejor pueda- hacer esta consagración a su Madre:

"! Oh, María, Reina y Madre del Carmelo! Vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y beneficios como he recibido de Dios a través de tus manos.

Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mi la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirle el tributo de mi humilde homenaje.

El santo escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mi prenda de tu particular protección en luchas de cada día y constantemente me recuerdes el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.

De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.

¡Oh, Madre amabilísima! Sosténme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu escapulario por el eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el reino de tu Hijo".

Amén

viernes, 19 de junio de 2009

Sagrado Corazón de Jesús


La difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se debe a santa Margarita de Alacoque a quien Jesús se le apareció con estas palabras: "Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio."

He aquí las promesas que hizo Jesús a Santa Margarita, y por medio de ella a todos los devotos de su Sagrado Corazón:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado.
2. Pondré paz en sus familias.
3. Les consolaré en sus penas.
4. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la hora de la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus empresas.
6. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
7. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el Océano infinito de la misericordia.
8. Las almas tibias se volverán fervorosas.
9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.
10. Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones más empedernidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El.
12. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón será su seguro refugio en aquel momento supremo.

Las condiciones para ganar esta gracia son tres:

1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción.

2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.

3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.

viernes, 5 de junio de 2009

Himno a la Santísima Trinidad


¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!,

La Iglesia nos sumerge en tu misterio;


te confesamos y te bendecimos,

Señor Dios nuestro.

Como un río en el mar de tu grandeza,

el tiempo desemboca en hoy eterno,

lo pequeño se anega en lo infinito,

Señor, Dios nuestro.

Oh, Palabra del Padre, te escuchamos;

oh, Padre, mira el rostro de tu Verbo;

oh, Espíritu de amor, ven a nosotros;

Señor, Dios nuestro.

¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!,

haced de nuestros almas vuestro cielo,

llevadnos al hogar donde tú habitas,

Señor, Dios nuestro.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu:

Fuente de gozo pleno y verdadero,

al Creador del cielo y de la tierra,

Señor, Dios nuestro.


Amén.

jueves, 4 de junio de 2009

Sagrado Corazón de Jesús


La mejor veneración del Divino Corazón será la adaptación de sus disposiciones interiores, según la carta de San Pablo: (Filip.2,5):

"Habéis de tener en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo".


¿Y cual fué este sentimiento de Jesús? Amar a su Padre sobre todas las cosas, entregarse incondicionalmente a su santa voluntad,

amar al prójimo hasta el extremo y hacer bien a todos.


El P. Cohausz, S.J. dijo pocos días ante su muerte -el 3 de junio de 1938 en Danzing- : "Esta es nuestra tarea: primero trabajar con Cristo, luego sufrir por Cristo y, finalmente, morir con Cristo".


Y nosotros añadimos: "y al fin ser glorificados con Cristo".


"Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallareís la paz para vuestras almas". (Mat. 11,29)


Santiago Koch, SVD (De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios)

lunes, 1 de junio de 2009

Sagrado Corazón de Jesús


Elije una de las muchas estampas del Sagrado Corazón, ponla delante de ti, mírala y permite que tus pensamientos venga y vayan:

-El Corazón de Jesús, el centro de la vida humana.
-El Corazón de Jesús, sede del amor infinito del Dios-hombre.
-El Corazón de Jesús, circundado de una corona de espinas. Pero no como adorno. Mira cómo hieren al divino Corazón estas espinas. ¿Por qué? Nuestras necesidades en pensamientos, deseos, palabras y obras...son la causa.

Mira esta llaga lacerante, producida por el hierro de la lanza. ¡La sangre brota de ella! Mira y ora:
Sangra-¡amado Corazón!-Hemos pecado.
Sangra-¡amado Corazón! ¡Ay! ¿seguiremos pecando?
Sangra-¡amado Corazón! Ten piedad de nosotros y de todo el mundo.
¡Sangra, sangra, necesitamos de tu sangre sacrosanta!

¡Oh Corazón de Jesús, te amo y quisiera amarte fervorosamente!
¡Oh Corazón sacratísimo de Jesús, inmensamente digno de ser amado!

"Bienaventurados los que tienen puro el corazón, porque verán a Dios". (Mat.5,8)

Santiago Koch SVD (De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios)

jueves, 28 de mayo de 2009

El valor de nuestra vida...


Debemos tener siempre presente el verdadero valor de nuestra vida, el gran valor de nuestra alma.


Nada importa la actividad exterior de nuestra vida:sea el trabajo en el campo o en el monte o en una fábrica,

en una escuela o en una oficina, en un ferrocarril o en un barco, en un convento, en una parroquia o como misionero en un país pagano...


Poco importa todo esto, cómo se devoran o extinguen nuestros días y nuestras fuerzas, en trabajos públicos u ocultos; nuestro valor, el valor de nuestro trabajo, de nuestra soledad, de nuestra vida es para todos nosotros sin excepción el mismo: Dios y su gracia.


En esto hemos de pensar más a menudo, reflexionando sobre ello y así encontraremos motivos muy fundados para alegrarnos y agradecer a Dios.


Reconociendo nuestro verdadero valor sobrenatural hemos de vivir esta vida alegres y seguros, enfrentando audazmente todo menosprecio y desprecio de los hombres.


Ora comáis, ora bebáis o hagáis cualquiera otra cosa: hacedlo todo a gloria de Dios”. (I Corintios 19,31)


Santiago Koch, SVD (de: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios)

martes, 19 de mayo de 2009

La Ascensión


Cuarenta días después de la Resurrección, la Palabra de Dios describe cómo Jesús se despide físicamente de sus discípulos, dándoles las últimas instrucciones:


"Y les dijo: - Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará. El que se resista a creer se condenará. Y estas señales acompañarán a los que crean en mi Nombre: echarán los espíritus malos, hablarán en nuevas lenguas, tomarán con sus manos las serpientes y si beben algún veneno no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán- Así pues, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios" (Mc 16, 15-19; cfr. Lc 24, 50-51).


Mientras miraban fijamente al cielo hacia donde iba Jesús, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este que ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá como lo han visto subir al cielo". (Hch 1, 3-11)

martes, 12 de mayo de 2009

Ya es tiempo de predicar:


La belleza de la virginidad
El valor de ser fieles a la esposa
La bondad del celibato
La verdad de la Palabra de Dios
El escándalo de las divisiones de las sectas
La bendición de poder perdonar
La alegría de estar en la Iglesia Católica
La fortaleza de recibir a Cristo en la Eucaristía
La igualdad de derechos entre los hombres
La esperanza del Reino
El Valor de la vida y de la familia
La dicha del tener hijos
El respeto por el cuerpo humano
El valor del matrimonio únicamente entre hombre y mujer...
Esto y mucho mas hay que gritarlo con descaro.
Definitivamente. Hay que ser descaradamente católicos.

autor: martin zabala

miércoles, 6 de mayo de 2009

EL DISCÍPULO



Tu lenguaje, Señor, es muy sencillo,

mas no así el de tus discípulos

que hablan en tu nombre.

Yo comprendo la voz de tus alas

y el silencio de tus árboles.


Comprendo la escritura de tus estrellas

con que nos explicas el cielo.

Comprendo la líquida redacción de tus ríos

y el idioma soñador del humo,

en donde se evaporan

los sueños de los hombres.


Yo entiendo, Señor, tu mundo,

que la luz nos describe cada día

con su tenue voz.


Y beso en la luz la orilla de tu manto.

El viento pasa enumerando

tus flores y tus piedras.


Y yo, de rodillas,

te toco en la piedra y en la flor.

A veces pego mi oído

al corazón de la noche

para oír el eco de tu corazón.


Tu lenguaje es sencillo, mas no así

el de tus discípulos que hablan en tu nombre.

Pero yo te comprendo, Señor.


Rabindranath Tagore

lunes, 4 de mayo de 2009

Reflexión...


..."es necesario que se ruegue con fervor por todos aquellos que, gobernando a los pueblos, pueden con tu tutela exterior ayudar a la Iglesia, para que restablecido el recto orden de las cosas "la paz que es obra de la justicia" emerja para el atormentado género humano, mediante el soplo vivificante de la caridad divina, y la Iglesia pueda llevar una vida quieta y tranquila. Que jamás caiga sobre aquellos la gravísima sentencia del Espíritu Santo: "El Altísimo examinará vuestras obras y escudriñará los pensamientos, porque siendo ministros de su reino, no habeís juzgado rectamente no observando la ley de Dios. Y se hará sobre otros". (Encíclica de Pío XII "Mystici corporis Christi)
Si quieres, pues, ser un ciudadano bueno, católico, no dejes de ofrecer también oraciones por las autoridades temporales.

"Obedeced a vuestros señores temporales con temor, respeto y con sencillo corazón, como a Cristo" (Efesios 6,5)

Santiago Koch,SVD

miércoles, 25 de marzo de 2009

La Anunciación (Solemnidad)


La última fase de toda la apoteosis salvadora comenzó en Nazaret. Hubo intervenciones angélicas y sencillez asombrosa. Era la virgen o pártenos del Isaías viejo la destinataria del mensaje. Todo acabó en consuelo esperanzador para la humanidad que seguía en sus despistes crónicos e incurables. Los anawin tuvieron razones para hacer fiesta y dejarse por un día de ayunos; se había entrado en la recta final.


La iconografía de la Anunciación es, por copiosa, innumerable: Tanto pintores del Renacimiento como el veneciano Pennacchi la ponen en silla de oro y vestida de seda y brocado, dejando al pueblo en difusa lontananza. Gabriel suele aparecer con alas extendidas y también con frecuencia está presente el búcaro con azucenas, símbolo de pureza. Devotas y finas quedaron las pinturas del Giotto y Fra Angélico, de Leonardo da Vinci, de fray Lippi, de Cosa, de Sandro Botticelli, de Ferrer Bassa, de Van Eyck, de Matthias Grünewald, y de tantos más.


Pero probablemente sólo había gallinas picoteando al sol y grito de chiquillos juguetones, estancia oscura o patio quizá con un brocal de pozo; quizá, ajenos a la escena, estaba un perro tumbado a la sombra o un gato disfrutaba con su aseo individual; sólo dice el texto bíblico que "el ángel entró donde ella estaba".


Debió narrar la escena la misma María a San Lucas, el evangelista que la refiere en momento de intimidad.


Así fue como lo dijo Gabriel: "Salve, llena de gracia, el Señor es contigo". Aquel doncel refulgente, hecho de claridad celeste, debió conmoverla; por eso intervino "No temas, María, porque has hallado gracia ante de Dios; concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Éste será grande: se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará por los siglos sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin". La objeción la puso María con toda claridad: "¿Cómo será esto, pues no conozco varón?" No hacía falta que se entendiera todo; sólo era precisa la disposición interior. "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá será llamado santo, Hijo de Dios".


Luego vino la comunicación del milagro operado en la anciana y estéril Isabel que gesta en su sexto mes, porque La Anunciación del Ángel a la Virgen María"para Dios ninguna cosa es imposible".


Fiesta de Jesús que se encarnó -que no es ponerse rojo, sino que tomó carne y alma de hombre-; el Verbo eterno entró en ese momento histórico y en ese lugar geográfico determinado, ocultando su inmensidad.


Fiesta de la Virgen, que fue la que dijo "Hágase en mí según tu palabra". El "sí" de Santa María al irrepetible prodigio trascendental que depende de su aceptación, porque Dios no quiere hacerse hombre sin que su madre humana acepte libremente la maternidad.


Fiesta de los hombres por la solución del problema mayor. La humanidad, tan habituada a la larguísima serie de claudicaciones, cobardías, blasfemias, suciedad, idolatría, pecado y lodo donde se suelen revolcar los hombres, esperaba anhelante el aplastamiento de la cabeza de la serpiente.


Los retazos esperanzados de los profetas en la lenta y secular espera habían dejado de ser promesa y olían ya a cumplimiento al concebir del Espíritu Santo, justo nueve meses antes de la Navidad.


¡Cómo no! Cada uno puede poner imaginación en la escena narrada y contemplarla a su gusto; así lo hicieron los artistas que las plasmaron con arte, según les pareció.


fuente: Catholic.net

lunes, 23 de marzo de 2009

La necesidad de recurrir a la Virgen María


Si se levanta la tempestad de las tentaciones,

si caes en el escollo de las tristezas,

eleva tus ojos a la Estrella del Mar:

invoca a María!.


Si te golpean las olas de la soberbia,

de la maledicencia,

de la envidia, mira a la estrella,

invoca a María!


Si la cólera, la avaricia,

la sensualidad de tus sentidos quieren hundir

la barca de tu espíritu,

que tus ojos vayan a esa estrella: invoca a María!


Si ante el recuerdo desconsolador de tus muchos pecados

y de la severidad de Dios, te sientes ir hacia el abismo del desaliento

o de la desesperación,

lánzale una mirada a la estrella,

e invoca a la Madre de Dios.


En medio de tus peligros,

de tus angustia,

de tus dudas, piensa en María,

invoca a María!


El pensar en Ella y el invocarla,

sean dos cosas que no se parten nunca ni de tu corazón ni de tus labios.

Y para estar más seguro de su protección no te olvides de imitar sus ejemplos. Siguiéndola no te pierdes en el camino!


¡Implorándola no te desesperarás!

¡Pensando en Ella no te descarriarás!

Si Ella te tiene de la mano no te puedes hundir.

Bajo su manto nada hay que temer.


¡Bajo su guía no habrá cansancio,

y con su favor llegarás felizmente

al Puerto de la Patria Celestial!


Amén!!

lunes, 16 de marzo de 2009

San José...


No se nos ha trasmitido ni una sola palabra de la boca de San José. Y por cierto, muchas veces habría tenido motivo sobrante para hablar. Sobre todo se habría esperado su palabra en ocasión de la encarnación del Hijo de Dios...


O cuando tuvo que ir a Belén en tiempo tan importuno y donde no pudo encontrar hospedaje...
O en la huida a Egipto, cuando recibió la orden tan repentinamente a media noche. Otros habrían preguntado ¿por que? San José se calla. nada dice, pero cumple sin demora lo que el ángel le ordena.


Casi se tiene la impresión que Dios quiso provocarle para que San José hablara...


Mas, Dios conoció a su santo que obró pero no habló; que solo hizo lo mandado, mas no preguntó; que con todo cumplió, pero sin agitarse...
Tal silencio en todas estas ocasiones tan serias acrecienta y aumenta nuestra confianza en San José. Tampoco espera de nosotros muchas palabras. Le exponemos nuestras necesidades; él las ve y...ayuda. ¡San José, te agradecemos y en ti confiamos!


"Escucha en silencio, y con tu modestia te conciliarás el amor de todos". (Ecles.32,9)


fuente: Santiago Koch

martes, 10 de marzo de 2009

Recuperar nuestra identidad misionera


La Iglesia de Panamá, hizo el lanzamiento al llamado de la Misión Continental, que tiene como objetivo recuperar nuestra identidad misionera, nuestro celo misionero, y de este empeño misionero dependerá que nuestra tierra panameña arda en el fuego del amor de Cristo.


El lanzamiento se hizo a través de Monseñor José Luis Lacunza, Obispo de David y presidente de la Conferencia Episcopal Panameña (CEP), en el marco de la celebración eucarística con motivo de la peregrinación al Cristo Nazareno, en Atalaya, Diócesis de Santiago, el pasado 1 de marzo, primer Domingo de Cuaresma, con la presencia de todos los Señores Obispos del país.


El presidente de la CEP, explicó que la Misión Continental, es el compromiso de la Iglesia de América Latina y El Caribe asumido en Aparecida en mayo del 2007 y que, posteriormente, en Quito, en agosto del 2008, en la celebración del Tercer Congreso Americano Misionero, se ratificó con el lema “América con Cristo: Escucha, aprende y anuncia”.


Al inicio de su intervención, Monseñor Lacunza expresó la gratitud del colegiado de los Obispos de Panamá a Monseñor Oscar Mario Brown, Obispo de Santiago, por brindar el espacio privilegiado de la romería a Atalaya para el lanzamiento de la Misión en Panamá. Así también brindó el testimonio público de apoyo y solidaridad en las delicadas situaciones que se dieran en torno a la venerada imagen del Nazareno.


Al explicar el por qué de la misión, Monseñor Lacunza, indicó que la “Iglesia de Jesús es misionera por naturaleza a tiempo completo y en todas las estructuras; pero que en algún momento de nuestra historia, por múltiples razones, perdimos el ‘aguijón’ de la misión y dejamos de sentir apremio de la misión que expresaba san Pablo con el grito angustioso ‘Ay de mí si no predico el Evangelio’”.


También, al cómo hacer la misión, enfatizó en que se trata de que todo en la vida de la Iglesia esté en función de la misión para pasar de una Iglesia sentada, a la espera, entretenida en funciones preferentemente burocráticas o administrativas, a una Iglesia en pie y en marcha, al encuentro de los hombres y mujeres.“Y así, desde el Obispo, -recalcó-, primer misionero, promotor y animador incansable de la misión, todas las personas y todas las estructuras de la Iglesia diocesana deber ser revisadas y replanteadas en orden a la misión”. ”No se trata de, entonces de una misión realizada por especialistas, sino de poner a toda la Iglesia en estado permanente de misión”.


Monseñor Lacunza, además se refirió al momento político que se vive, lamentando que los presidentes de partidos políticos no respondieran al llamado de firmar el pacto ético electoral. Manifestó el rechazo de la Iglesia al uso de la violencia física, psicológica o verbal como instrumento de campaña política, y apeló a la cordura de los candidatos y candidatas, para que ni exacerben los ánimos ni inciten a la confrontación.Exigió a las autoridades competentes, tanto del Ministerio Público como del Tribunal Electoral, a que tomen las medidas oportunas y enérgicas, y pidió a los panameños y panameñas a que no se dejen llevar por la espiral de violencia o descalificaciones, sino que analicen las propuestas de gobierno, para así ejercer su derecho y deber de votar con conciencia cristiana y responsabilidad ciudadana.


fuente: Panorama Católico Panamá


miércoles, 4 de marzo de 2009

Cultivo espiritual...


En las crisis y ante las penas se hacen patentes la riqueza interior o el abandono espiritual de las personas.
Todos sufrimos lo indecible ante la muerte de un ser amado, pero sólo los que tienen un alma grande salen adelante.
Una fe firme y la amistad con Dios no son un seguro contra las penas pero sí nos libran del desespero.
De ahí que sea tan importante madurar espiritualmente y no engañarnos con una fe superficial y ocasional.
La triste realidad es que muchos a lo espiritual no le dedican sino migajas de su energía y su tiempo.
De las 24 horas del día lo común es que ni siquiera 5 minutos se dediquen a lo espiritual.
Ojalá aprendamos a meditar, a orar de verdad, a ser amigos de Dios y a cuidar el espíritu.
Ojalá no nos dejemos seducir por lo material, ya que el deinero no calma penas ni compra esperanzas.
fuente: motivaciones.org


jueves, 26 de febrero de 2009

Cuaresma


La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

40 días

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.

La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.
fuente: aciprensa.com

jueves, 19 de febrero de 2009

Danos Señor un alma de pobre...


Danos, Señor, un alma de pobre lo suficiente audaz para dejar, como Abraham, nuestra propia tierra, los ídolos del propio hogar, toda la familia e, incluso, si Tú lo pides, el hijo sobre el altar, a fin de caminar a la luz de una Fe que atraviesa montañas.

Danos un alma de pobre suficientemente contemplativa para escuchar, como el pequeño Samuel, una y otra vez tu voz.

Suficiente humilde para levantarse, una vez y otra, diciendo con corazón atento: ya voy, Señor.

Un alma de pobre lo suficiente desprendidapara avanzar de campamento en campamento sin cansarse, para vivir provisionalmente en una tienda sin instalarse, para comer un maná que cada día cae de tu mano.

Un alma tan pobre que sea capaz de competir contigo por 10 justos de una ciudad, capaz de contemplarte cara a cara quedándole el rostro iluminado.
Y, con simplicidad y alegría franca, capaz de BAILAR DELANTE DEL ARCA.”

miércoles, 18 de febrero de 2009

Una cruz con nudos...


Una vez un joven andaba buscando al Señor, pues quería ser su amigo. El Señor estaba en el bosque preparando con un hacha cruces para que sus amigos le siguiéramos. El joven encontró al Señor y cargó con una cruz. Era grande, pesada y tenía nudos que le herían en la espalda. Un diablejo se le cruzó y le ofreció un hacha. Fue cortando trozos a la cruz para calentarse por la noche. Cortó los nudos y ya no le dañaba. Y así, lisa y pequeña, resultaba bonita. Casi podría colgársela al cuello como adorno.
Pero al llegar al Reino vio que la puerta estaba en lo alto de la muralla. «Apoya la cruz en la muralla y trepa por los nudos», le dijo el Señor. Pero la había recortado y pulido tanto que no podía subir. «Vuelve sobre tus pasos, le insistió el Señor, y si ves a alguno agobiado, ayúdale y así podréis subir juntos los dos con la cruz de tu amigo».

Padre Justo López Melús

lunes, 9 de febrero de 2009

Súplicas fervorosas a Jesús



Por lo que prometí, oh Jesús, y no cumplí: ¡perdóname!
Por lo que empecé, oh Jesús, y no terminé: ¡ten piedad de mí!
Por las horas que viví, y desperdicié: ¡perdón, oh Jesús!
Lo único que me quedó, es tu amor: ¡Mil gracias Señor!
No confiar en mí, pero confiar más en ti: ¡lo prometo mi Jesús!
Sólo espero de ti fuerza y ánimo para adelantar.
¡Hasta el fin, ten piedad de mí, y termina tu obra en mí!
"Dios es tan bueno, que no podemos sino amarlo de todo corazón."
Dios es tan bueno, que no podemos sino amarlo de todo corazón.

"Miserere...Te Deum..."Señor, coronarás el año con tu bondad!".(Salmo 64,12)

Santiago Koch, SVD

jueves, 5 de febrero de 2009

Ponte en las manos de Dios



Ponte en las manos de Dios al abrir los ojos a la luz de un nuevo día y a medida que te pasen las horas, recuerda que Dios dirige tu vida porque le tienes cerca de ti.


Ponte en las manos de Dios cuando te sientas perdido sin saber el camino que has de seguir.


Ponte en las manos de Dios cuantas veces salgas de tu hogar y pídele que El dirija tus pasos por donde quiera que vayas.


Ponte en las manos de Dios cuando te sientas enfermo y triste y tu vida esté asediada de grandes temores.


Ponte en las manos de Dios cuando el bien que tú haces sea tenido por mal y tus propósitos no sean comprendidos.


Ponte en las manos de Dios cuando tu vida esté rodeada de peligros y no tengas auxilio de ninguna parte.


Ponte en las manos de Dios cuando lo tengas todo por perdido y creas que tu esperanza se desvanece.


Ponte en las manos de Dios cuando no comprendas las causas de tus sufrimientos y tus pruebas.


Ponte en las manos de Dios cuando las puertas se te cierren y no sepas hacia donde dirigirte.Ponte en las manos de Dios cuando creas que todas las cosas están en contra de ti y sientas que los has perdido a todo.


Ponte en las manos de Dios y verás cómo a la postre todo se arregla para tu bien.

viernes, 30 de enero de 2009

Descalzarse para andar en el otro


Una mañana en el retiro de Nazareth, me encontré con una expresión:Descalzarse para entrar en el otro.Y me sentí impulsada a leer las palabras del Éxodo:"no te acerques más, sácate tus sandalias, porque lo que pisas es un lugar sagrado".No tardé en ponerme en oración.Jesús me presentaba uno a uno a mis hermanos de comunidad y descubrí cómo habitualmente entro en el interior de cada uno sin descalzarme.Simplemente entro.Sin fijarme en el modo entro.


Experimenté una fuerte necesidad de pedir perdón al Señor y a mis hermanos.Sentí que el Señor me invitaba a descalzarme y luego a caminar.Inmediatamente experimenté una resistencia:" no quería ensuciarme".Me resultaba más seguro andar calzada.Entonces vi dos cosas que me impiden entrar descalza en los otros: comodidad y temorVencido ese primer momento comencé a caminar y el Señor a cada paso iba mostrándome algo nuevo.


Advertí cómo descalza podía descubrir: las alternativas del terreno que pisaba,distinguir lo húmedo y lo seco el pasto de la tierra.Necesitaba mirar a cada paso lo que pisaba, estar atenta al lugar donde iba a poner mi pie.Me di cuenta de cuántas cosas del interior de mis hermanos me pasaban por alto, las desconozco, no las tengo en cuenta para entrar calzada, la mirada puesta en mí o dispersa en múltiples cosas.Pude ver también cómo descalza caminaba más lentamente, no usaba mi ritmo actual, sino tratando de pisar suavemente.Donde mis zapatillas habían dejado marcas, mi pie no las dejaba.


Pensé entonces:¡cuántas marcas habré dejado en el corazón de mis hermanos a lo largo del camino!Experimenté un gran deseo de entrar en los otros sin dejar un cartel que diga: ¡Aquí estuve yo!Por último fui atravesando distintos terrenos.Primero el pasto, luego un camino de tierra hasta llegar a una subida y con piedras.Sentí deseos ya de detenerme y volver a calzarme.pero el Señor, me invitó a caminar un poquito más.Advertí que no todos los terrenos son iguales y no todos mis hermanos son iguales.Por lo tanto, no puedo entrar en todos de la misma manera.Esta subida me exigía caminar aún más lentamente y cuánto más difícil sea el terreno de interior de mi hermano, más suavidad y más cuidado debo tener para entrar.


Después de este recorrido con el Señor, pude ver claramente que descalzarme es entrar sin prejuicios y atento a la necesidad de mi hermano, sin esperaruna respuesta determinada; es entrar sin intereses y despojada de mi alma.Porque creo, Señor, que estás vivo y presente en el corazón de todos, y por ello es que buscaré detenerme, descalzarme y entrar en cada uno como un lugar sagrado.Para ello sé Señor, que cuento con Tu Gracia.


-Anónimo-

viernes, 9 de enero de 2009

Santa María de la Antigua: Patrona de Panamá


La imagen de la Santísima Virgen María se encontraba en una capilla lateral de la Catedral de Sevilla-España.

Esta Catedral fue construida en el siglo XIV, pero se conservó solamente la pared en donde estaba la imagen, y se le llamó Santa María de la Antigua (es decir de la Antigua Catedral).

Esta devoción llega a América posterior a sus descubrimiento por los españoles, entre los miles aventureros Diego de Nicuesa consigue la gobernación de las tierras de Veraguas; Alonso de Ojeda obtiene su dominio en Nueva Andalucía.

La tierra istmeña contempla otra vez la erección de asientos hispanos. Uno de ellos, San Sebastián, lo funda Ojeda en el golfo de Urabá. Poco después es abandonado el real y en la banda occidental del mismo golfo se alzará la nueva villa o población de Santa María la Antigua del Darién.

Y en honor a su devoción y una promesa, Enciso y Balboa fundan esta población. Todo se explica desde que Cemaco, señor de la región, espera bravamente a los blancos quienes ante el incalculable choque, pero con la acostumbrada fe y valor que les acompañaba, piden ayuda a Dios bajo la advocación de la tan venerada Virgen Santa María la Antigua de Sevilla.

Prometen, si vencen en la refriega, eregir en la misma casa del cacique una capilla y dar el nombre de Virgen al poblado.

Enciso da la orden de ataque. Vence peninsulares y cumple la promesa. Es así como nace en una humilde choza indígena, la primera capilla en Tierra Firme.

La ciudad de Santa María de la Antigua fue sede de la primera Diócesis en Tierra Firme creada por el Papa León X con bula del 9 de septiembre de 1513.

Luego en 1524 el segundo Obispo fray Vicente Peraza traslada la sede de esta Diócesis a la recién fundada ciudad de Panamá.

La ciudad fue incendiada en 1671 y reedificada junto al puerto de Ancón en 1673.
Nuestra Señora de La Antigua, o del Antigua, o bien, simplemente, La Antigua, es la advocación de una Virgen que se pintó en un muro de la mezquita de Sevilla al convertirse en la catedral antigua de Sevilla. Al edificarse la catedral actual, terminada en 1587, dicho muro fue trasladado a ella, venerándose en la capilla que para su culto costeó el cardenal Hurtado de Mendoza. De esa imagen se hacían copias en lienzos, que el capellán de la primitiva capilla solía entregar a los jefes de las expediciones descubridoras del Nuevo Mundo. Así Cristóbal Colón edificóle una suntuosa capilla en la catedral de Santo Domingo, templo, al cual, años adelante, el emperador Carlos I enviaría una copia de buen tamaño, sin duda procedente de los talleres flamencos. Precisamente en esta capilla está enterrado el primer cronista del Nuevo Mundo, Gonzalo Fernández de Oviedo.

También consta que la llevaban consigo Nicuesa; Ojeda, al “que siempre acompañaba y que le libró a él y a los suyos de morir en un horroroso pantano de Cuba, que tardaron treinta días en atravesar”; Vasco Núñez de Balboa la tenía en el pendón que le guió en el descubrimiento del mar del Sur u océano Pacífico, en 1513; y ella alentó asimismo a los descubridores de Méjico.

La imagen es de estatura mayor que la normal. Lleva un manto blanco guarnecido de oro; con la mano derecha muestra una rosa, y con el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús, que está en ademán de bendecir con la diestra, mientras que con la otra mano ampara a un pajarillo. El mural de la Señora presenta un ángel que le sirve de peana y otros dos que le están ciñendo una corona imperial. Se la considera copia de un original desconocido de la escuela italino-bizantina.

miércoles, 7 de enero de 2009

A Jesús por María...


“María es siempre el camino que conduce a Cristo” (Pablo VI).
Toda la razón de ser de las prerrogativas de María está en su función de Madre de Dios.


Todo el que se ha acercado a María es para terminar en Jesús. no se puede concebir un amor a María, que no germine en un amor a Cristo, ya que Él es el centro de nuestra vida y todo lo demás son medios para acercarnos a Él.


En la vida ordinaria vemos la lección, uno que es auténtico devoto de María, no puede menos de amar a Jesús. La experiencia nos la podrían contar todos los santuarios marianos, lugares de regeneración espiritual para muchos que llegan allí hechos un desastre en su conducta y que salen rejuvenecidos dispuestos a dar un sentido a su vida.


Nuestro amor a la Madre, si es auténtico, no se puede concebir sin el mismo amor al Hijo, ya que si amamos de verdad a una persona, tenemos que amar lo que Ella ama.
Nuestro acudir a María es sencillamente, porque Ella puede alegar sus méritos y su vida a favor nuestro ante su Hijo. Ella es licenciada en pleitos divinos-humanos.
Acudimos a María para llegar a Jesús. porque es acomodadora de la misericordia y del perdón.


Como el niño acude al regazo de la madre para buscar su protección, así los cristianos acudimos a María para ir de su mano a Dios, pues, nuestra condición de pecadores nos da vergüenza, si nos acercamos directamente.


María es un atajo seguro, que desemboca en Cristo, quien va de su mano tiene la certeza de que tarde o temprano se unirá a Jesús.


María consciente de su puesto de Medianera de todas las gracias está siempre a nuestra total disposición. Ella fue la que sirvió de enlace, para que Dios bajase a nosotros y sigue siendo el acceso que tenemos los hombres para llegar a Dios.


*fuente: Padre Tomás Rodríguez Carbajo

lunes, 5 de enero de 2009

Epifanía del Señor...


Epifanía quiere decir manifestación. Pero la manifestación de Cristo al mundo encierra múltiples aspectos. Por eso la Iglesia celebra, en el tiempo de Navidad, dos clases de sucesos que manifiestan progresivamente en Jesús al Hijo de Dios hecho hombre. Unos perfilan su nacimiento e infancia, otros señalan los comienzos de su vida pública. Entre los primeros, el más significativo es la llegada de los Magos a Belén, entre los segundos, el bautismo del Señor en el Jordán. Si la llegada de los Magos ha centrado más la atención que la de los pastores, es debido a que se trataba de unos hombres que venían de fuera de las fronteras de Israel, del lejano Oriente. Al atraerles hacia Cristo-Niño, Dios quiso revelar «para luz de los pueblos, el misterio de nuestra salvación». Se trata de una Fiesta de Cristo, «Señor del señorío", que nos esclarece «la gloria de su inmortalidad. La Epifanía es también, por consiguiente, la fiesta de la vocación de los hombres a la fe, y después a la visión de Dios. Jesús, que en la Eucaristía «se inmola y se da en comida», se encuentra presente en nuestro caminar hacia la luz, desde la fe hasta la visión. De este modo, la celebración litúrgica nos ofrece «su luz» que nos orientará, como a los Magos, hasta el final del camino.




*fuente: Sagrada Familia.org

Nuestra Iglesia...



"La Iglesia católica vio el principio de todos los reinos y de todas las iglesias que existen actualmente en el mundo, y verá también su fin. Era grande y respetada ya antes de que los sajones pisaran la tierra inglesa; antes de que los francos cruzaran el Rin; cuando la elocuencia griega florecía aun en Antioquía y cuando en el templo de Mecca aun los ídolos se veneraban...



Si recuerdo las tempestades tremendas que sobrevivió la Iglesia Romana, no entiendo cómo podría perecer. Pareció sepultada bajo la reformación germana y la revolución francesa. Pero cuando las aguas habían bajado, la Iglesia católica apareció de nuevo a la luz del día debajo de los escombros del mundo.


La Iglesia católica vio a tres imperios: el de Carlomagno, el de Carlo V, y el napoleónico. Tres épocas vio la Iglesia católica: la del antiguo imperio romano, la edad media y la edad moderna. A tres grandes persecuciones venció: la persecución de los emperadores romanos, de la reforma y de las Luces." Así escribe el protestante Macaulay.


Estas palabras inspiran consuelo. Puede ser que en algunas partes la Iglesia deba refugiarse en las catatumbas; pero, a la vez, se presentará en otras tierras en plena luz del sol. Ama a la Iglesia; ella merece tu amor; ámala y tendrás su bendición.


"Así habla el Señor: Vuelve tu vista a Sion...tus ojos verán un pabellón, que no podrá ser trasladado a otra parte; ni las estacas serán jamás arrancadas, ni se romperá ninguna de sus cuerdas". (Isaías 33,20)


Santiago Koch, SVD
De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios