miércoles, 23 de febrero de 2011

La Montaña


Voy a seguir, una luz en lo alto
Voy a oir, una voz que me llama voy a subir
la montaña y estar aún mas cerca de Dios y rezar

Voy a gritar, y este mundo me oirá
y me seguirá
Todo este camino me ayudará,
a mostrar como es este grito de amor
y de fé

Voy a pedir, que las estrellas no paren de brillar,

que los niños no dejen de sonreir
que los hombres jamás se olviden de agradecer

Por eso digo, Te agradezco Señor, un dia mas
Te agradezco Señor, que puedo ver
Que seria de mi sin la fé que yo tengo en tí

Por mas que sufra, Te agradezco Señor, también te lloro
Te agradezco Señor, por entender
que todo eso me enseñe el camino que lleva a tí

Una vez mas, Te agradezco Señor
por otro día
Te agradezco Señor que el sol nació
Te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor

Por eso digo, Te agradezco Señor por las estrellas
Te agradezco Señor, por la sonrisa
Te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor

Una vez mas, Te agradezco Señor,
por nuevo día
Te agradezco Señor, por la esperanza
Te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor

Por eso digo, Te agradezco Señor, por la sonrisa
Te agradezco Señor, por el perdón
Te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor

Una vez mas, Te agradezco Señor,
por la esperanza
Te agradezco Señor, por todo esto
Te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor

-Roberto Carlos-

sábado, 5 de febrero de 2011


¡No te agites ni te acalores por tus propio defectos o por los ajenos! Por lo común son debilidades, superficialidades, negligencias, y muy raras veces malicia. Pero alégrate de todo lo bueno que encuentras en ti y en otros, y agradécelo a Dios.
No causes pena o aflicción a otros sin motivo y mucho menos intencionalmente.-¡Por Dios! Nunca intencionalmente.
La vida común y otra gente bastan para ello.
Lo que somos y como somos y... lo que hacemos y como lo hacemos: todo debe ser útil para otros, sin perjudicar a nadie.
Pero, no basta no causar penas o tribulaciones a otros; es necesario que hagamos el bien mutuamente, los unos a los otros.
Dice San Pablo:
"El uno lleve la carga del otro y así cumpliréis la ley de Cristo".
Hoy mismo comenzaré a cumplir resueltamente esta ley de Cristo.

"
Esto es lo que manda el Señor de los ejércitos: Juzgad según la verdad y la justicia, y haced cada uno de vosotros obras de misericordia para con vuestros hermanos" (Zac. 7,9)


-Santiago Koch, S.V.D.-
De: Tu Compañero de Jornada al encuentro con Dios