"Tengo que volver a mi Padre". ¿Hay que andar todavía muchos pasos o faltan pocos? No interesa, con tal que todos se dirijan al Padre. El Señor nos marcó dos caminos seguros, que llevan al Padre, que conducen a la Patria Eterna:
"¿Quieres entrar en la vida eterna? Observa mis mandamientos.
"Quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna."
Tengo que volver a mi Padre. Por lo tanto, si tengo que evitar el pecado, he de comer su carne y beber su sangre. Es el único camino que lleva a la vida eterna y que me conduce a mi Padre.
Tengo que evitar el pecado siempre, todos los días; y todos los días puedo comulgar. Así recorreré seguro el camino y con toda certeza llegaré a mi Padre.
"¡Levántate y come! De otra manera, el camino es demasiado largo para ti". (III Reyes 19,7)
-Santiago Koch, SVD-
De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios
2 comentarios:
Hola, bonito bloger,me he quedado en el.
Saludos.
y puedes venir cuantas veces quieras Rosario..Dios te bendiga
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