sábado, 29 de enero de 2011

Todo depende del corazón


Autor: Padre Phil Bosmans

Más que con la inteligencia tú piensas con el corazón. Con el corazón miras a los hombres y a las cosas. ¡Lo observas todo con el corazón! Las relaciones con los demás depende de tu corazón. Defiendes con toda la inteligencia y todas las fuerzas aquello que desea tu corazón. Tu corazón escoge las ideas, la política, el sistema por los que quiere combatir. El corazón oscurece o ilumina la razón. La regla que nunca falla para el corazón, es el amor. Si tu corazón está lleno de egoísmo y de desconfianza no encontrarás nunca una senda de paz. Lo demuestra el fracaso de todas las "mesas redondas" y las interminables discusiones que se organizan para tratar sobre la paz del mundo. Los hombres no se aman y por eso nunca llegarán a un acuerdo. El único resultado conseguido es un inestrable equilibrio de poderes, fundado en la mutua desconfianza.. Es mejor, pues, no hablar de paz hasta que ella deje de significar, tan sólo, un precario acuerdo internacional montado sobre el cráter de un volcán; o que no sea más que la convivencia, sin amor ni ternura, en una misma casa. La paz, la alegría y la felicidad en el mundo no brotan de la razón, son la conquista del corazón. Una sociedad puede llamarse cristiana, socialista, comunista o maoista... Estará, en cualquier caso, viciada hasta que el corazón del hombre no rinde en ella sano de raíz. Una tarea fundamental para cada hombre: ¡El cultivo de su corazón!

A fuerza de cartas, de llamadas telefónicas de conversaciones, he entrado en la jungla donde los hombres se humillan, se torturan y se empujan a la desesperación. La jungla donde se manifiestan los más bestiales instintos del hombre: codicia, abuso de poder, deseos abyectos, orgullo, celos, violencia..., todas aquellas cosas que Jesús señaló como raíz de todos los males. Cuando, impotente, me siento cerca de las numerosas víctimas que, agotadas y al borde de sus fuerzas, quieren terminar con la vida, me dan ganas de gritar en ese desierto espiritual: "Hombres, volved a vivir humildemente, volved a las cosas sencillas de la vida, a la alegría, a la bondad, a la amistad".

viernes, 21 de enero de 2011


"Tiempos mejores - hombres mejores".

Pero la mejora debe provenir, ser llevada y propagada por los hombres.

Los tiempos mismos no cambian nada. Los tiempos toman todo así como es.

Lo dejan todo tal cual es. Si entonces los hombres no toman y mejoran al tiempo, todo queda como antes: los hombres malos con los tiempos malos, y los tiempos malos con los hombres malos. En cambio los hombres que quieren colaborar en levantar al mundo hundido, y en mejorar moralmente los tiempos malos, deben saber que el mundo y los tiempos malos no pueden ser mejorados quejándose y lamentándose, sino sólo obrando animosa y audazmente.

Con esta obra de mejoramiento debe empezar cada cual consigo mismo, eliminando todo lo malo y menos bueno. Cada cual debe hacerse héroe en cuanto pueda.

Los ojos contemplan pensativos...la boca revela decisión...las manos se crispan resueltas...el corazón se ensancha con ánimo: así llegarán hombres mejores y tiempos mejores. ¡Tú comienza hoy mismo con tu ejoramiento...mañana ya habrá un hombre mejor más en el mundo!

"Bástame ya, Señor, llévate mi alma; pues, no soy yo mejor que mis
padres". (III Reyes 19,4)

-Santiago Koch, SVD-
De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios

sábado, 8 de enero de 2011

Dios en lo cotidiano

A veces parece más fácil encontrarte en lo especial, en lo diferente, en lo extraordinario. En una experiencia única, en una amistad increíble, en un amor apasionante, en un acto de heroísmo, en una cruz tremenda…
Pero lo cierto es que también estás en lo cotidiano, en lo que ocurre cada día, en el hoy. Y es importante aprender a verte ahí.

Eres el Dios de lo normal, de las horas tranquilas, de las relaciones serenas, de los gestos sencillos, de las melodías familiares, de las pequeñas alegrías y de las renuncias discretas.

Aunque a veces me cuesta darme cuenta. Parece que siempre tiene uno que estar sintiendo mucho, viviendo mucho, experimentando algo nuevo, diferente. Parece que de otro modo estás encerrado en una vida vulgar.

Pero en realidad lo que es un poco tonto es valorar solo lo especial, o creer que eso es lo que da sentido a la vida.

Porque hay muchas vivencias cotidianas que, si lo pienso bien, son algo grande: El pan nuestro de cada día, la palabra, llena de posibilidades, el ocio, el trabajo, aprender, estudiar, las rutinas que van marcando los días, los términos medios, las inquietudes por cosas sencillas…

Ayúdame, Señor, a valorar lo normal.

A veces también se puede caer en la ceguera respecto a las presencias más habituales. Uno da por sentado a la familia, a muchos amigos, a gente cuya vida se cruza con la tuya sin tener que dejar una huella definitiva…. Y parece que si sus nombres no van a quedar grabados a fuego en el corazón uno deja de darse cuenta de lo mucho que importan.

Y uno deja de comprender cómo se teje la vida en conversaciones sencillas, en colaboraciones puntuales, en afectos tranquilos.

Ayúdame, Señor, a buscarte en las gentes de mi vida.

lunes, 3 de enero de 2011



Escógete una palabra que pueda servirte de lema y divisa para todo el año:

"Sí, Padre". "Hágase tu voluntad" (Jesús)

"Quiero hacerme todo para todos" (San Pablo)

"Nada soy, pero a Tí te pertenezco" (San Agustín)

"Todo para la mayor gloria de Dios" (San Ignacio)

"Por María a Jesús" (San Grignón)

"Sufrir y ser despreciado por Ti" (San Juan de la Cruz)

"O sufrir o morir" (Santa Teresa de Avila)

"Sufrir, no morir" (Santa Magdalena de Pazzis)

"Dios sólo me basta" (Santa Teresa de Avila)

"En la cruz esta la salvación -Nada pedir, nada denegar" (San Francisco de Sales)

"Tú mi madre y yo tu hijo" - "Jesús empero se calló" "Deus, Deus meus" (Jesús)

"En el nombre del Señor".

"Si sois infamados por el nombre de Cristo, seréis bienaventurados; porque la honra, la gloria y la virtud de Dios y su Espíritu mismo reposa sobre vosotros" (I Pedro 4, 17)

-Santigo Koch, SVD-
De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios