jueves, 27 de mayo de 2010


Quizás hoy es el último día y te despertaste por última vez. Cuenta, pues, las horas del tiempo veloz y aprovéchalas, para asegurar tu salvación.

Acaso comenzaste hoy tu última tarea; tienes entre manos tu última obra. Pues, a la obra; no demores en llegar a un término feliz.

Acaso encuentres hoy en tu camino la última cruz; tómala, llévala, sigue a Jesús; pronto descansarás eternamente feliz.

Quizás llegó tu hora postrera y has de decir tu última palabra. ¿Cuál será? ¡Que sea buena, amable, alentadora! Su eco resonará, aún largo tiempo después de que te vayas de este mundo.

Quizás hoy es tu último día y te despertaste por última vez. Haz que este último día sea la aurora de otro día, por siempre y eternamente feliz.

Con este QUIZAS debes contar hoy­, -mañana-, cada día- Alguno de los días será el último de los tuyos.

“Vino el esposo y los que estaban preparados entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. Velad pues, ya que no sabéis el día ni la hora.” (Mateo 25, 10-13)

Santiago Koch, SVD (de: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios

jueves, 6 de mayo de 2010


Lo que anhelamos es cosa muy sencilla:
Queremos tener un alma sana, completamente sana.
Un alma tan firme en la fe como las montañas de la tierra. Tan inconcusa en la esperanza como el globo solar.
Sin pecado alguno y sin falsedad; tan clara como un cristal.
Y quisiéramos trabajar sin descanso ni reposo, para hacer felices a todos...
¿Pero cómo llegar a semejante perfección?
Dedicándose enteramente a las obligaciones de cada día y recordando que todo está en el camino hacia la casa paterna...Eso es todo lo que podemos hacer."
¡Oh Dios, dame para eso la fuerza necesaria en el día de hoy, para hoy!
"Si observaís mis preceptos, perservareís en mi amor, así como también yo he guardado los preceptos de mi Padre y persevero en su amor". (Juan 15,10)


-Santiago Koch,SVD-
De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios