lunes, 1 de febrero de 2010

Ser uno mismo...


Si cada cual hiciera lo que debe, marcharían mejor las cosas de este mundo.
Si casa cual mantuviera su vida pura y casta, ¡que honor para Dios! ¡que bendición para la humanidad!


Si el propio corazón estuviera libre de sospechas falsas, de aversión, de desprecio, de odios y envidia, ya no habría lugar en este mundo para descontentos, discordias, enemistades, guerras...

Si por doquier reinara la caridad paulina (I.Cor.13) en pensamientos, palabras y obras, ningún pobre se iría vacío de tu puerta; ningún hombre pasaría delante de ti sin bendición.
Sí, la vida sería hermosa en esta tierra.


Si cada cual barriera bien delante de su propia puerta, la calle quedaría limpia y por doquiera reinaría orden.


No juzgar al prójimo, sino a sí mismo: esto sería el principio de la paz mundial."
Al fin y al cabo: cada hombre tendría que buscar un solo criminal y juzgarlo...y sería el mismo.
¡Haz hoy todo cuanto debes hacer!


"¿Como puedes decir a tu hermano:deja que saque esa pajita de tu ojo, mientras tú mismo tienes una viga en el tuyo?


Hipócrita: saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás cómo has de sacar la mota del ojo de tu hermano".(Mat.7,4)


-Santiago Koch, SVD-
De: Tu Compañero de Jornada al encuentro con Dios