sábado, 25 de junio de 2011


"Venid a mì todos los que andaìs cargados y agobiados..." ¡por què tItubeamos al ser invitados tan amablemente? ¡Acaso no somos bastante pobres? 'No estamos bastante cargados, bastante agobiados? ¿El no es bastante rico, bastante bondadoso, o suficientemente poderoso? Permitiò que se abriera ampliamente su sagrado Corazón, a fin de que toidos los hombres pudieran enriquecerse con las gracias necesarias.

¡Vayamos a El con todo lo que somos y con todo lo que nos oprime! ¡Abramos confiadamente la puerta! El nos espera con todas nuestras fragilidades en cuerpo y alma, con todas las manchas negras en nuestra alma; con todos nuestros pecados, aunque fueran rojos como la pùrpura y numerosos como la arena del mar.

Vayamos a El. ¡En los llama" Quieres que vayamos. Nos espera. Nos dio su palabra de ayudarnos, de aliviarnos.

 "El es el Señor de todos, rico para todos los que lo invocan". (Rom 10, 12)


Santiago Koch,SVD -Tu compañero de jornada-

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