martes, 10 de agosto de 2010


Reza un proverbio: “El hombre propone, y Dios dispone”. Un escolar debió dar el mismo proverbio en tiempo pasado y dijo: el hombre proponía, y Dios se reía.

Nunca se puede escudriñar los pensamientos de Dios. El hombre tal vez preparó las cosas muy estudiosamente: mas, sobrevino Dios, y – a nuestro entender- entreveró todo como diciendo: despacito, amigo, así yo no lo pensé. Siempre y en todas las cosas Dios tiene la última palabra, cuyo sentido no siempre comprendemos.

“Señor, dispón de mí cómo y cuando quieras; estaré conforme con todo”. (P. Arnoldo)

Los pensamientos míos no son vuestros pensamientos; ni vuestros caminos son los caminos míos”. (Isaías 55,8)

Santiago Koch, SVD (de: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios)

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