martes, 12 de enero de 2010

¡Apóstol!



Hombre de barro,

en tus manos abiertas,

brilla el sol.

¡Amigo de todos!

Lleno del Amor de Dios.


¡APÓSTOL!

Te vi orar con el pueblo,

y anunciar el Evangelio,

soñando con un mundo nuevo,

en el que florezca cada día,

el perdón, la paz y la alegría.


¡APÓSTOL!

Campeón en Amor,

veinticinco y cincuenta años,

sembrando en los corazones

de los hombres,

semillas de Reino de Dios.


Autor: Ángel Luis Martín


jueves, 7 de enero de 2010



"Un dia puede ser una perla; un siglo, nada". (Godofredo Keller)

No lo olvidemos: el tiempo no es nada; el tiempo no tiene nada. Sólo es lo que nosotros le damos.
El tiempo está parado: no viene ni va; pero nos espera a nosotros. Nosotros no estamos parados. Caminamos hacia el tiempo. Lo atravesamos y podemos usarlo, perderlo y abusarlo. Del todo libre y sin ninguna coacción, se coloca sobre nuestro camino en la vida, penetra en cada uno de los días de nuestra vida y espera lo que hagamos con él. Sin embargo, todo cuanto hacemos con él, constituye nuestra responsabilidad.


Allá, a la luz de la eternidad, conoceremos lo que hemos hecho del tiempo de nuestra vida, de nuestros años, de nuestros dias, de nuestras horas, y lo que hubiéramos podido hacer de él. Entonces conoceremos claramente si los dias de nuestra vida se han trocado en perlas, o si toda nuestra existencia se ha hecho una nada.


"Andad como prudentes, no como necios, recobrando el tiempo; porque los días son malos". (Efesios 5,16)


-Santiago Koch,SVD-
De: Tu compañero de Jornada al encuentro con Dios